Abr 04, 2014 — USA (SUN) —
Como narra el Mahabharata, una vez hubo un príncipe tribal de nombre Ekavalya, el hijo de un soldado del clan de aborígenes llamados Nishadas. Este clan de Nishadas desciende de Bahuka, el mismo que se describe en el Srimad-Bhagavatam (4.14.45). En una ocasión que visitó Hastinapura, Ekavalya quedó muy impresionado de observar las habilidades marciales de los Pandavas y los Kauravas que Dronachayarya había entrenado. Como era joven y cándido, pensó que era suficiente pedirle a Dronacharya que lo aceptara como discípulo. Pero Dronacharya sólo tenía la obligación de preparar militarmente a ksatriyas altamente calificados, razón por la cual rechazo la petición de Ekavalya que nació en una familia de clase baja. Sin embargo, Nishada Ekavalya, el hijo de Vyatraj, no se desanimó; a pesar de la negativa de Dronacharya de no aceptarlo como estudiante, adoptó la firme resolución volverse su discípulo ilegalmente.
Ekavalya esculpió una estatua del gran Drona y comenzó a adorarlo. Los resultados fueron milagrosos. Pronto Ekavalya se convirtió en el mejor arquero del mundo. A juzgar de este episodio, podemos concluir que por adorar a un guru genuino, un individuo puede cumplir sus deseos incluso sin tener el consentimiento de la personalidad adorada; o sea, sin ser formalmente aceptado por el maestro espiritual genuino. En el Décimo Canto del Srimad-Bhagavatam leemos que el rey Paundraka, por creer que era la Suprema Personalidad de Dios, se adoraba a sí mismo. No obstante, en última instancia la adoración de una personalidad tiene el propósito de que el venerador tenga una interacción recíproca con el objeto de su adoración, como en la relación de un sirviente con su amo.
Un día Dronacharya estaba caminando por un bosque acompañado de sus estudiantes. Ahí Arjuna vio a un perro. En el instante de trató de ladrar, siete flechas se clavaron en la boca del perro. Si bien la asombrosa posición de las flechas impidió que el perro ladrara, estas no le causaron ningún daño al animal. Arjuna quedó sorprendido porque aunque se suponía que era el mejor arquero del planeta, él no podía emular semejante proeza. Después de hacer una rápida búsqueda, Dronacharya y sus estudiantes encontraron a Ekavalya. Tras notar el murti esculpido a semejanza suya, Dronacharya entendió porqué Ekavalya podía disparar flechas con tanta exactitud. Ekavalya también estaba muy emocionado de ver a su guru y le ofreció toda clase de respetos. Como es el derecho del maestro, Dronacharya, ¡le exigió a Ekavalya que se cortara el dedo pulgar de la mano derecha! Agradecido con su guru, Ekavalya de inmediato tomó un cuchillo y voluntariamente se cortó el pulgar que luego entregó a su guru. De esa manera Dronacharya mantuvo su promesa de que Arjuna sería glorificado como el mejor arquero del mundo.
Hoy día han existen reflejos vagos de Ekavalya que se autodenominan ritviks. Ellos son panthis porque han creado un panth desautorizado, un "sampradaya" temporal y sin bases. De hecho, es un apa-sampradaya o una falsa línea de sucesión discipular que realmente está fuera del orden genuino. Como prueba de su fantasía, los mal llamados ritviks están predicando que cualquiera puede fácilmente aceptar a Srila Prabhupada como su guru sin tener consentimiento de éste. E incluso si su adoración de Srila Prabhupada les produce resultados sorprendentes, llegará el día que día que verán a Srila Prabhupada cara a cara, al igual que Dronacharya confrontó a su "discípulo" Ekavalya. ¿Quién puede figurarse qué tipo de dakshina les pedirá Srila Prabhupada?
En el significado Bhaktivedanta del verso 4.17.5 del Srimad-Bhagavatan encontramos esta afirmación reveladora:
"Los sampradaya vaisnavas, es decir los sistemas de sucesión discipular, son cuatro. Un sampradaya proviene del Señor Brahma, otro de la diosa de la fortuna, otro de los Kumaras, y el cuarto viene del Señor Siva. Estos cuatro sistemas de sucesión discipular siguen vigentes en nuestros días. Como vemos en el ejemplo de del rey Prithu, la persona que desee recibir conocimiento védico trascendental debe aceptar un guru o maestro espiritual que represente a una estas cuatro sucesiones discipulares. Está escrito que en Kali-yuga un mantra no tendrá efecto a menos que se reciba de uno de esos sampradayas. Han surgido muchos sampradayas desautorizados que descarrían a la gente con mantras no respaldados por las autoridades. Los sinvergüenzas de esas supuestas sampradayas no observan las reglas y preceptos védicos. Aunque son adictos a toda clase de actividades pecaminosas, se atreven a ofrecer mantras, haciendo que la gente se descarríe. Sin embargo, las personas inteligentes saben que nunca alcanzarán el éxito con esos mantras, y se niegan sistemáticamente a patrocinar a grupos espirituales de nuevo cuño. La gente debe cuidarse mucho de estos disparatados sampradayas. Para tener más fácil acceso a la complacencia de los sentidos, las desdichadas personas de la era de Kali aceptan mantras de esos supuestos sampradayas".
Aquellos que piensan que pueden seguir a Sri Krishna sin permiso pueden terminar como Kalyavana, un rey de clase baja que trató de perseguir a Sri Krishna con la intención de matar al Señor Supremo. Pero mientras hacía esta persecución, la personalidad de Krishna lo dejó fascinado. Él terminó sus días ni siquiera siendo matado por Krishna, que le hubiera concedido la liberación. Tal como lo planeó el Señor, Kalyavana murió tostado tras recibir la mirada ardiente de Muchukunda.
Aquí en este mundo material todos tenemos cierto grado de libertad, que es precisamente que lo convierte en un mal lugar. Uno puede decir esto o aquello y luego tratar de crear una persona que respalde sus aseveraciones. De la misma manera, los supuestos ritviks están haciendo un mal uso de su libre albedrío para predicar cualquier necedad, y al final lucen como una criatura fantástica que da vueltas siguiendo su cola. Y para la persona que piensa no existe semejante criatura que persigue su cola, nuestra respuesta es que la potencia de Maya —la sirvienta del Señor Supremo en el mundo material— no tiene límites.
Según el diccionario sánscrito, ritvik significa un sacerdote calificado. Entes sus discípulos avanzados, Srila Prabhupada designó ritviks para que actuasen e iniciaran en su nombre y representaran a Su Divina Gracia mientras él estuvo en este planeta. Los devotos que fueron iniciados mediante ese sistema se convirtieron en discípulos iguales a los que Srila Prabhupada inició personalmente. Además, tenemos que entender que discípulos avanzados estaban siendo entrenados para asumieran las responsabilidades de guru tras la partida del maestro espiritual.
Tras haberse desviado del sistema establecido del parampara, los ritviks nueva era invitan a todos a que se unan a su club para evitar cualquier responsabilidad relacionada con volverse representantes dignos del acharya anterior. Son como mocosos malcriados que a pesar de haber crecido, todavía sangran a sus padres y no les devuelven nada en agradecimiento. No hacen nada para expandir el mensaje genuino del parampara eterno, pero aun así pregonan que son sus únicos representantes legítimos. De hecho, todos deben saber que la filosofía del Ritviksmo no es más que una grotesca ruptura y destrucción del sampradaya. Por lo menos, el significado de ritvik como sacerdote o representante del acharya ha sido pésimamente mal interpretado.
Algunos de esos ritviks actúan como si creyesen que el acharya anterior es una mera estatua de piedra o que está muerto y es incapaz de corregir su conducta infantil. Pero un día los ritviks nueva era verán cara a cara a Srila Prabhupada, porque él no es persona materialista cuyas historia, personalidad y palabras pueden alterarse para satisfacer los caprichos de materialistas.
Los soñadores ritviks, o se encontrarán con el acharya anterior a la hora de la muerte, o (toda vez que no tienen un nexo tangible con el sampradaya) se volverán víctimas de Maya en la forma de drogas, bebidas alcohólicas y la adicción al sexo. La caída del estado de gracia no ocurre de inmediato; es un proceso gradual, así como la caída del mundo espiritual es algo inconcebible para la confundida entidad viviente.
A los ritviks se les está acabando el tiempo para que aprovechen la oportunidad de redimirse. Si no regresan al sampradaya genuino en calidad de sirvientes de los sirvientes de Sri Guru, se apartarán para siempre de sus raíces espirituales. Lo que quedará de ellos son los hábitos que típicamente caracterizan a los especuladores mentales, incluyendo el sexo, el consumo de drogas y alcohol y el deseo de poder. Por lo general, lo que sigue después es cometer ofensas contra devotos genuinamente humildes. Como son ofensores y buscadores de faltas que se pasan el tiempo ladrando a los sirvientes de los acharyas, sus próximas vidas están en grave peligro. Cuando a un discípulo se le pide que sea fiel al acharya como un perro lo es con su amo, no recibe la autorización de ladrar a aquellos devotos que han dedicado sus vidas a Sri Guru y se han entregado de lleno a ofrecer servicio devocional. En una sola palabra, este constante hábito de los ritviks de buscar faltas en los demás se ha convertido en la fórmula que los condenará para siempre. Todos los que deseen cultivar una verdadera conciencia de Krishna deben evitarlos como si fuesen una plaga.
El Sri Caitanya-caritamrita, Adi lila 7.48 nos advierte:
"En el sistema parampara, las instrucciones que se reciben del maestro espiritual genuino también deben estar basadas en las escrituras védicas reveladas. Alguien que se encuentra en la línea de sucesión discipular no puede crear su propia manera de comportarse. En la línea de Chaitanya Mahaprabhu hay muchos supuesto seguidores del culto vaisnava que no siguen escrupulosamente las conclusiones de los sastras, a raíz de lo cual se considera que son apa-sampradaya, lo cual significa que "están fuera del sampradaya". …Para seguir estrictamente la sucesión discipular del Señor Chaitanya Mahaprabhu, uno no debe relacionarse con esas comunidades apa-sampradaya".
